Drama en Silicon Valley

Últimamente no habido más que noticias sobre Apple y su iPad en cuanto a tecnología se refiere. Y es que el mentado aparato no solo es un iPhonsote, si no un estandarte más de la compañía en su cruzada contra Google y Adobe.

La herejía comenzó el 3 de agosto del año pasado, cuando Eric Schmidt (director ejecutivo en Google, donde prácticamente trabaja de a gratis) abandona el consejo de administración de Apple por conflicto de intereses. Y es que Google había pasado a ser un competidor más para la compañía de Cupertino gracias a Android (el sistema operativo de Google para dispositivos mobiles). Desde entonces Steve Jobs (director ejecutivo de Apple, con el super poder de crear un campo de distorsión de la realidad) considera a Eric Schmidt su judas personal, aunque ello no es impedimento para que los dos se sienten a beber unos Chai Latte juntos. Tiempo después Google lanzó su Nexus One y ahora planean lanzar su propio tablet con Android integrado.

¿Donde entra Adobe? A la fecha la compañía de San Jose goza del privilegio de contar con dos de sus productos como el estándar de facto en sus respectivos mercados: Flash y Photoshop. Tío Jobs le dio una patada en la ingle a Adobe cuando decidió que sus iPhone, iPod Touch e iPad no soportarían Flash por que considera a la plataforma multimedia de Adobe una soberana mierda, acusándola de ser una de las principales causas por las que una Mac llega a crashear. El golpe de gracia lo dio más recientemente con la cláusula 3.3.1 del nuevo SDK para el iPhone OS, con la cual los desarrolladores pueden ir despidiéndose de crear alguna aplicación para el iPhone que no sea escrita en C, C++ u Objective-C desde un principio.

A mi manera de ver todo esto, somos nosotros los consumidores los que realmente salimos ganando de que Google le haga la competencia a Apple, todas las novedades con las que Apple nos ha bombardeado recientemente se deben a la presión que Google con su Android y Nexus One está ejerciendo en ellos. Y por otro lado, me uno a Tío Jobs en sacarle el dedo a Adobe, no puedo esperar el día en que todos migremos a HTML5 y no voltear a ver atrás nunca más a aquella mierda llamada Flash.